Las luces encendidas en todas las ventanas en la noche que presenta la ilustración de la portada ya da una pista de lo que nos encontraremos en la novela y es una gran elección para ilustrar una historia que habla de un Estados Unidos en el que dormir plácidamente es solo un recuerdo del pasado. Una distopía ambientada en un futuro inconcreto pero perturbadoramente cercano y concebible en el que los seres humanos han perdido el sueño y han ganado una resistencia a los fármacos para inducirlo. La consecuencia es una epidemia de insomnes que diezma la población y que lleva al límite a una sociedad que se está quedando sin alternativas.
Trish perdió a su hermana tras semanas de no poder conciliar el sueño y su propia historia es el argumento más poderoso para reclutar a donantes para la Brigada Duermevela, que se encarga de recoger horas de sueño de voluntarios que para transfundirlas a enfermos a través de un banco de sueño que funciona de forma altruista.
"Murió despierta, después de veinte días y catorce minutos sin dormir.
Encerrada en su cráneo sin posibilidad de escapar".
Karen Russell, Donantes de sueño
En medio de una crisis en la organización en la que un donante anónimo ha contagiado una terrible e inenarrable pesadilla a miles de receptores y con una bebé que resulta ser la primera donante universal conocida, Trish hará un descubrimiento sobre la organización para la que trabaja que le hará cuestionarse hasta dónde está dispuesta a llegar en el ejercicio de su función y si la vida de uno vale la de muchos otros.
El argumento de Donantes de sueño es una excusa, un punto sobre el que pivota la autora para plantear reflexiones profundas y hacer que el lector se haga preguntas a medida que Trish se va haciendo las suyas. ¿Es ético que salvar vidas gire en torno a cuánto se puede ganar salvándolas? ¿La rentabilidad ha de ser uno de los temas sobre la mesa cuando se trata de erradicar un mal que mata a miles de personas cada semana? ¿Se deben enmascarar las verdaderas intenciones de una organización cuando la salud está en el eje?
"¿Importa algo si creemos en lo que decimos o no, desde el momento en que
la simple pronunciación de las palabras salva vidas?"
Karen Russell, Donantes de sueño
Esta historia cala en el lector por la verosimilitud del escenario en el que se desarrolla; esa distopía que se parece más a un futuro plausible que a una ciencia ficción descabellada. Es una novela corta en la que en pocas páginas y con avance pausado se plantea al lector un dilema ético a través de la protagonista, una problemática global a través de la epidemia y una crisis argumental a través del donante anónimo y la pesadilla que contagia.
Karen Russell (Florida, 1981) es autora, entre otros, de
Vampiros y limones (Tusquets, 2013) y dos novelas;
Tierra de caimanes (Tusquets, 2011), finalista del Premio Pulitzer y
Donantes de sueño (2014). Ha recibido la beca Guggenheim y la MacArthur «Genius Grant», y su obra ha sido distinguida por la National Book Foundation, además de haber recibido los premios NYPL Young Lions Award, Bard Fiction Prize y Shirley Jackson Award.
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