domingo, 28 de octubre de 2018

ELEANOR OLIPHANT ESTÁ PERFECTAMENTE (Gail Honeyman)


No había terminado de leer este libro cuando ya sabía que hablaría de él positivamente a todo el que quisiera escuchar (o leer). Pero es una sensación que, transcurrido un tiempo desde que lo terminé, se ha afianzado. Cuanto más pienso en este libro, más clara se me presenta la idea de que Eleanor es ya un personaje de esos que se me han metido en la mochila para siempre. 

Gail Honeyman ha construido una protagonista completa en todos los sentidos. Una personalidad rotunda, llena de devaneos, miedos velados por una autosuficiencia cuestionable y hasta una delicada y encantadora paranoia de rasgos obsesivo compulsivos. Eleanor es de verdad. 

Se muestra muy poco a poco. Eleanor es como la protagonista de una pequeña pero deliciosa obra de teatro que se esconde tras una cortina y se deja ver muy lentamente. Y cuando emerge del todo de las sombras y se planta ante el público, lo hace con la cabeza alta y una expresión desafiante que nos atrapa desde el primer instante. De hecho, ya nos había atrapado cuando aún estaba oculta tras el velo. 

"Ahí está el tema: es mejor ocuparse de ti mismo. No puedes proteger a los demás, por mucho que te esfuerces. Lo intentas y lo intentas pero, cuando finalmente fracasas, se te cae el mundo encima y arde hasta reducirse a cenizas"
Gail Honeyman, Eleanor Oliphant está perfectamente


Las cicatrices de Eleanor no son solo las obvias. Esconde un pasado, una historia y un recorrido que además de abrupto, es fundamental para comprender su presente. 

Eleanor Oliphant es una mujer joven, soltera, que vive sola y trabaja como administrativa. Tiene una vida marcada la rutina y la casi nula vida social. Se relaciona lo estrictamente necesario con sus compañeros y compañeras de trabajo, pero no logra encajar del todo en ningún círculo. 

Una vez a la semana, Eleanor habla por teléfono con su madre, a la que hace mucho tiempo que no ve y de la que solo sabemos que no fue una madre especialmente cariñosa y atenta. La relación entre ambas roza lo violento, incluso lo insultante, debido al desagradable tono con el que la madre habla a la hija. Constantes muestras de desprecio hacia la forma de vida de Eleanor, así como comentarios que denotan cómo su propia madre se esfuerza por hacerla sentir inferior al resto de personas. No es un personaje su madre del que os vayáis a enamorar a lo largo de la historia, pero sí que es clave para el desarrollo e incluso la conclusión de ésta.

Un oportuno error en su equipo informático del trabajo la llevará a conocer forzosamente a Raymond, el nuevo técnico.  Si bien no es el tipo de persona con quien Eleanor hubiera tenido intención de relacionarse, una serie de acontecimientos los convocarán en varias ocasiones, arrastrándolos a la compañía mutua que Eleanor parece aceptar primero a disgusto, luego con resignación. Porque Eleanor tiene un objetivo y quizá Raymond pueda serle de ayuda. Solo por eso. Eleanor es increíblemente pragmática. 

"Era un poco más alto que yo y llevaba unas zapatillas verdes, unos vaqueros que le quedaban grandes y una camiseta con un perro durmiendo encima de una caseta, estirado sobre una barriga incipiente. (...) Le tendí la mano para estrechársela, cosa que acabó haciendo si bien con ciertos reparos. Una prueba más de la lamentable decadencia de los modales en la sociedad actual. Me aparté y le dejé sentarse a mi mesa."
Gail Honeyman, Eleanor Oliphant está perfectamente


Por un momento nos parecerá que Eleanor va arrastrada de aquí para allá, como llevada por una corriente que la hace aparecer en sitios donde no desea estar. Pero lo cierto es que esta protagonista resulta estar siempre donde quiere estar. Raymond, tan lejos de sus preferencias sociales (si es que realmente las tiene), acabará por enseñarle muchas cosas. Y nosotros aprenderemos con ella a la vez que la vemos crecer en la historia. 

Tengo que reconocer que el personaje de Raymond me ha gustado mucho. Es una de esas personas que transmiten confianza, que no tienen prejuicios y que además cuentan con una paciencia infinita. Cualquiera habría desistido a una conversación con Eleanor rápidamente y sin que nadie le juzgara mal por ello. Es realmente muy complicado entablar una conversación fructífera con alguien como ella. Pero Raymond no se rinde en ningún momento y siempre escucha pacientemente cualquier cosa de la que ella quiera hablar. Y sobre todo, la respeta cuando no quiere hacerlo.

"Tenía pensado comprar una sopa de letras pero, en un impulso, me decanté por los aritos. Es bueno no cerrarse a nada, por mucho que sea consciente de que los aritos y las letras saben igual. No soy estúpida."
Gail Honeyman, Eleanor Oliphant está perfectamente


Si habéis llegado hasta aquí, seguramente sea porque Eleanor ya os atrapado de alguna forma. O bien ya habéis leído la novela y buscabais contrastar opiniones, o bien no la habéis leído y (sinceramente) debéis hacerlo cuanto antes. 

Bajo mi punto de vista, Eleanor es un producto. Es producto de su historia, de personas que la rodean y de sus propias ideas. Como todos nosotros. Pero al igual que todos nosotros, su historia permanece en constante movimiento, evoluciona. Y la evolución de la historia siempre acaba afectando al producto final. A veces para dar un salto hacia delante, otras para retraerse. Pero esto ya os toca descubrirlo a vosotros y vosotras.

"Supongo que una de las razones que nos permiten continuar nuestra existencia durante el tiempo que se nos asigna en este valle de lágrimas verdiazul es que siempre, por remota que parezca, existe la posibilidad del cambio."
Gail Honeyman, Eleanor Oliphant está perfectamente


Eleanor Oliphant está perfectamente es la novela debut de Gail Honeyman. Esta autora nacida en Glasgow y graduada en la Universidad de Oxford ha conseguido alcanzar más de 27 países con su primera novela y prepara la segunda, que será publicada también por Roca Editorial.


domingo, 21 de octubre de 2018

EL LIBRO DE LA OSCURIDAD (Philip Pullman)


Fue aproximadamente hace veinte años cuando Luces del Norte apareció en mi biblioteca. Ese era el título original de la primera entrega de La Materia Oscura, más tarde se renombraría como La brújula dorada (solo después de la muy cuestionable adaptación cinematográfica) y a la que seguirían La daga y El catalejo lacado.

Fue la primera trilogía que leí al completo y recuerdo releerla año tras año durante mucho tiempo. El universo al que Philip Pullman nos llevó en aquella historia me ha resultado siempre fascinante, enigmático y atrayente. Y leído ya en época adulta, he podido apreciar del todo el verdadero y profundo significado de sus páginas. Después de tanto tiempo, la publicación de la primera entrega de El libro de la oscuridad supone una oportunidad de regresar a aquel cosmos de la mano de su creador. 

La bella salvaje está dividida en dos partes y claramente marcada por acontecimientos y personajes clave sobre los que pivotará la narración. En la primera parte (La Trucha), vamos a conocer a los protagonistas. Malcom Polstead es hijo de posaderos y como tal, trabaja mucho ayudando a sus padres. Pero es un buen chico que además cruza el río para ayudar a las monjas del Priorato de Saint Rosamund. Aunque ellas son casi del todo autosuficientes (cosa que Malcon admira muchísimo), en ocasiones les viene bien que el chico les haga unos recados o ayude al viejo carpintero con sus tareas. Malcom salva el Támesis a bordo de La bella salvaje, su canoa. En ella lleva víveres y personas para las monjas frecuentemente. 

Será en el priorato donde Malcom conocerá a la persona que lo cambiará todo. Las hermanas tienen auspiciada entre sus muros a una bebé llamada Lyra Belacqua. Nadie parece ajeno a la idea de que esa niña representa mucho más que cualquier otra y que puede ser fundamental para salvarlos a todos.  O para condenarlos. Muchos poderosos, no tan poderosos y hasta desdeñables personajes harán todo lo posible por hacerse con la niña; bien para utilizarla como medio para alcanzar un fin o bien para destruirla. 

"Dejó a la niña en la cuna y la arropó con sumo cuidado para no rozar el daimonion con la mano. Malcom dedujo que la prohibición de tocar el daimonion de otra persona se aplicaba también a los bebés; en todo caso, después de aquellos escasos minutos, no se le habría ocurrido ni por asomo hacer algo que pudiera molestar a la pequeña. Se había convertido en su siervo para toda la vida."
Philip Pullman; El libro de la oscuridad. La Bella Salvaje I


La segunda parte de la novela (La inundación)  no deja dudas sobre qué nos vamos a encontrar. Una metáfora del Diluvio Universal que pondrá a prueba a los personajes y les proporcionará la posibilidad de salvarse, no sin esfuerzo. Aquí la canoa de Malcom se ganará que hayan bautizado la primera entrega con su nombre y conoceremos al fin cómo llegó Lyra al Jordan College. 

"En el agua hay cosas turbias, igual que en el cielo: resultan muy claras y evidentes para quienes pueden interpretar la señales."
Philip Pullman; El libro de la oscuridad. La Bella Salvaje I

La travesía no estará exenta de peligro. A lo largo del río y a través de las calles inundadas de la ciudad, se encontrará Malcom con un mosaico de amenazas de este mundo... y de otros que aún no conoce. La aparición de personajes como Lord Asriel o los giptanos le dan peso a la narración y nos transportan a la historia originaria. Philip Pullman nos vuelve a hablar de daimonions y nos acerca con cautela a ese instrumento fascinante y enigmático que es el aletiómetro, mientras nos dejamos llevar sin demasiados reparos a través de una novela que se lee sin esfuerzo.

Especial mención a los personajes femeninos, de los que no quiero hablar demasiado para no estropear la historia a quienes aún no hayan leído esta primera entrega de la nueva serie, ya que son personajes nuevos, ajenos a La Materia Oscura. Sophie me ha recordado a la doctora Mary Malone (personaje de la Materia Oscura), quizá por la vertiente investigadora que representa. Y Alice está cargada de un simbolismo complejo que me recuerda a los últimos capítulos de la trilogía originaria. Pero como siempre; estos detalles no me corresponde contarlos a mí, sino que debéis descubrirlos vosotros y vosotras (si no lo habéis hecho aún). 


Philip Pullman (1946, Norwich, Inglaterra), creció en Zimbaue, Australia y Gales y trabajó en el Westminster College de Oxford durante un largo periodo de su vida. Aunque publicó sus primeras novelas en 1984, el éxito le sobrevino en 1995 con la publicación de la primera entrega de La Materia Oscura; Luces del Norte, adaptada a más de 39 idiomas y llevada al cine en 2007 con el título La brújula dorada. 

La daga y El catalejo lacado son la segunda y tercera parte de esta trilogía, que ha sido recientemente reeditada por Roca Editorial con muy buen gusto, al igual que han hecho con La bella Salvaje.

Si tenéis curiosidad por el universo Pullman y por esta historia en concreto, podéis explorar algunas pequeñas joyas que no he encontrado traducidas al español, pero que son realmente curiosas, merecen la pena y que no son difíciles de conseguir. Lyra's OxfordOnce Upon a Time in the North son solo un ejemplo. 

Ya estoy esperando la continuación de esta historia con muchas ganas de conocer qué nos tiene preparado el autor en esta serie.