Repito autor: Adam Nevill. La novela Apartamento 16, de la que ya publiqué mi crítica en este blog, cumplió las expectativas con creces, por lo que decidí continuar de la mano de este escritor, especializado en el misterio, el terror y los elementos sobrenaturales.
Esta historia tiene como núcleo cuatro amigos que se reúnen periódicamente para ir de vacaciones. Esta vez han decidido ir de excursión por los parajes escandinavos. Sin duda, un plan que promete, por lo desconocido de los bosques y paisajes del Círculo Ártico y por las relaciones que mantienen entre sí los cuatro protagonistas. Dos de ellos no están físicamente preparados para tal reto y esto obliga a un cambio de planes en la ruta. Deciden tomar un atajo a través de un bosque salvaje, del que no tienen más información que la mancha verde en el mapa.
El cansancio y las rencillas entre los cuatro compañeros dan paso a un estado de inquietud por encontrarse perdidos que se dispara al encontrar colgado de un árbol el cadáver de un animal brutalmente desollado. Y... ¡voilà!, ya tenemos historia. El avance costoso del grupo a través un impenetrable bosque con la amarga sensación de que no se encuentran solos. Veremos poco a poco como toma forma esa sospecha, mientras ellos se adentran más y más en el horror de algo imparable, imposible, incansable, implacable y ancestral. Todo esto mientras se tropiezan una y otra vez con elementos que no ayudan a calmar los ánimos.
Desvelar más, sería desvanecer el misterio y diluiría esa sensación que provoca en el lector el no saber qué sucederá después. Es uno de esos libros de los que no se debe hablar demasiado, porque uno de sus puntos fuertes es que mantiene la tensión hasta final. Hace que el lector elabore teorías diferentes a medida que avanza la historia.
La novela está dividida en dos partes muy diferenciadas. La primera recuerda mucho a Apartamento 16. Esa sensación de que algo sucede y no somos capaces de encontrar una explicación racional, aunque la busquemos una y otra vez. La imponente capacidad de Nevill de transmitir esa inquietud que se instala en la boca del estómago del lector y hace casi imposible dejar de leer, es lo más acertado de este libro. La segunda parte, es harina de otro costal. Estaremos seguros de conocer el desenlace y bajaremos la guardia. Consigue recrear el dolor y el sufrimiento de un modo magistral hasta el punto de hacernos cerrar los ojos con fuerza y apartar la mirada un momento.
Quizá el punto débil de esta historia sea que la curiosidad y el deseo de saber nos vuelva impacientes. No esperemos que la acción se desarrolle en diez páginas. Es necesario crear un clímax y hay que confiar en Nevill, que lo hace de maravilla. Esas largas páginas de travesía sirven para que empaticemos con la sensación de cansancio, lo desesperado de no saber dónde estamos exactamente, el miedo a lo desconocido, la certeza de no tener el control de lo que acontece, la indefensión, el dolor, el lastre que supone no querer dejar atrás a dos compañeros que entorpecen el avance...
Sin duda, muy recomendable. Sobre todo a los que ya habéis leído Apartamento 16 y quedasteis satisfechos. Por mi parte, os avanzo que sigo con Nevill, ahora con su última novela El fin de los días.
Adam Nevill (Birmingham, Inglaterra, 1969) es un escritor conocido por sus novelas de terror y misterio, siguiendo la estela de los cuentos de fantasmas británicos. Apartamento 16 fue su primera novela traducida al español en 2011. Más tarde publicó El Ritual (2012) y El Fin de los Días (2013).
¡No me olvido del booktrailer!
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