lunes, 23 de diciembre de 2019

LA DEPENDIENTA (Sayaka Murata)


Hacía mucho tiempo que le tenía el ojo echado a este libro. Me llamó la atención por la sencillez de su edición y por la historia que avanza en la contraportada. Sin saber nada de ella, quería conocer a Keiko desde que leí su nombre en la sinopsis. Y después de conocerla en profundidad, me alegro de que hayamos coincidido.

A sus 36 años, Keiko trabaja por horas en una konbini, una tienda 24h de Tokio. Si bien no es común que las mujeres de su edad lo hagan a no ser que estén casadas (que no es el caso), ella no tiene intención de dejar este trabajo que mantiene a raya su estabilidad emocional. Las rutinas, las acciones y comportamientos controlados por el manual del establecimiento y sobre todo la amalgama de sonidos familiares, hacen que Keiko se sienta segura, cómoda.

"Yo solo pensaba en volver a la tienda cuanto antes. Allí las cosas no eran tan complicadas, lo más importante era que todos los empleados fuéramos a la una."
Sayaka Murata, La dependienta


Desde niña Keiko aprendió a comprender que no era como el resto de la gente. No era capaz de relacionarse de un modo normal con las niñas de su edad y con el paso del tiempo se fue alejando de todos hasta que se convirtió en una persona solitaria y perdida incapaz de encontrar su lugar en ese enorme puzle que conforma la sociedad

"A medida que fui creciendo, mi silencio empezó a preocuparles. Pero para mí era la mejor opción, la forma más racional de sobrevivir."
Sayaka Murata, La dependienta

Cuando empezó a trabajar en la tienda, Keiko sintió muy rápido que había encontrado su lugar. No tenía que esforzarse por buscarse una identidad ni encajar. Sencillamente, tenía que seguir el manual que le indicaba qué decir y cómo actuar en todas las situaciones posibles dentro de aquel pequeño y predecible universo que conformaba la konbini

Pero la presión social no es algo que desaparezca sin más con el paso del tiempo. Al contrario. Keiko ya tiene edad para formar una familia. De hecho, a los ojos de su familia, amigos y compañeros de trabajo, ella debería estar ya casada y disponer de un trabajo estable muy distinto al de la tienda. Y aunque para Keiko nada de esto sea una necesidad, no puede evitar preguntarse cómo podría poner remedio a los incómodos comentarios de las personas que la rodean.

"-El pasatiempo favorito de las personas normales es juzgar a las que no lo son."
Sayaka Murata, La dependienta


La dependienta ha resultado ser una experiencia lectora de las que desintoxican y a la vez dan mucho que pensar. Echaba de menos este tipo de historias, fresca, inteligente y altamente inflamable, porque enciende, sin que te des cuenta, una mecha que está siempre escondida en lo más profundo de nosotros y que hace que nos cuestionemos muchas cosas.

Confieso haber devorado este libro en dos ratos. No podía dejarlo y me fui dejando llevar por la corriente de Keiko. La autora consigue con un lenguaje sencillo y directo que nos sumerjamos hasta el fondo de una cultura y unas costumbres que, a la vez de quedarnos muy lejos, en demasiadas ocasiones nos resultan cercanas. La presión social hacia las mujeres solteras en la actualidad es más o menos intensa dependiendo de dónde proceda la voz que la narre, pero el trasfondo vital de la historia de Keiko resultará familiar a quienes en algún momento han sentido o sienten que no encajan en el rompecabezas del que, se supone, formamos parte todos. No he podido evitar acordarme de Eleanor Oliphant en muchas ocasiones aunque, por supuesto, las diferencias son muchas porque están muy alejadas culturalmente.  

Llegado este punto, no puedo hacer más que recomendar su lectura. Al ritmo que nos marca; calmado pero continuo en una narración casi sin pausas. Podéis encontrar las primeras páginas aquí.

Quiero agradecer a Babelio y a Duomo Ediciones el haberme hecho llegar este ejemplar habiéndome permitido así incorporar a Keiko en mi puñado de personajes literarios favoritos.

Sayaka Murata (Japón, 1979) fue nombrada Mujer del año en 2016 por Vogue. Es gracias al prestigioso premio japonés Akutagawa que esta historia ha trascendido al mercado internacional dando a conocer la pluma de esta autora en todo el mundo. 



domingo, 15 de diciembre de 2019

NARANJA DE SANGRE (Harriet Tyce)



Naranja de sangre es un thriller de los conocidos como domestic noir. De hecho, en este caso está más que justificada la denominación, ya que apenas salimos de este ámbito. 

Alison es una abogada cuya carrera no es todo lo estelar que podría, pero acepta casos de todo tipo y está en proceso ascendente. Está casada con Carl, un marido entregado y responsable que demasiadas veces debe hacerse cargo en solitario del cuidado de la hija de ambos. Alison llega tarde a casa del trabajo, bebe en exceso en numerosas ocasiones y no es capaz de cuidar en lo más básico a su hija cuando se queda a solas con ella. Además, Alison tiene una aventura con un compañero de trabajo. Es una relación tóxica de la que siempre se dice a si misma que saldrá, pero de la que no consigue librarse por más que se vea sobrepasando sus propios límites una y otra vez.

"Se va antes de que pueda seguir discutiendo. Me desplomo sobre el sillón del rincón. Ojalá no me hubiese emborrachado tanto. Me limpio los mocos y las lágrimas de la cara con la manga de la chaqueta, hasta que mi cabeza se derrumba sobre mi hombro y pierdo la conciencia."
Harriet Tyce, Naranja de sangre


Entonces Alison recibirá el encargo de llevar la defensa en un caso de asesinato. Su primer caso de asesinato. Desde el principio, algo no encaja en la versión de su defendida. Ella confiesa que es la autora del crimen, quiere declararse culpable y asumir la condena que le sea impuesta. Pero Alison no puede dejar de pensar en que de todas las piezas, hay alguna que no encaja.

"-Siento que estés disgustada -digo-. Pero teniendo en cuenta que hemos estado trabajando con el objetivo de que se declare no culpable de asesinato, y que hemos preparado la defensa en base a eso, es importante que revisemos al detalle todas las consecuencias posibles. Necesito asegurarme de que lo entiendo todo. 
Se vuelve hacia mí, alterada. Lo hace tan rápido que me encojo por miedo a que me pegue. Finalmente retrocede y se sienta otra vez. "
Harriet Tyce, Naranja de sangre

No obstante, no parece Alison demasiado concentrada en el caso. Las cosas en casa van cada vez peor y su marido empieza a estar demasiado harto de su comportamiento y su incapacidad para mantener bajo control el alcohol. Por si la vida de Alison no fuera ya un desastre, empieza a recibir mensajes anónimos de alguien que parece conocer sus secretos. ¿Será un cliente resentido? ¿Alguien de la oficina? ¿Otra de las mujeres con las que comparte a su amante? Sea quien sea, está al tanto de sus encuentros extramatrimoniales. ¿Desvelará su doble vida antes de que ella sea capaz de poner orden en ella? Tiene que arreglar las cosas con Carl. Tiene que ser mejor madre y centrarse en su vida profesional. Pero... ¿está realmente segura de lo que quiere?


La autora nos mantiene atrapados en la rutina de Alison, en su inestabilidad y su desequilibrio emocional durante más tiempo del que nos gustaría. Personalmente, se me ha hecho muy complicado (por no decir imposible) empatizar ni tan siquiera un poco con la protagonista. Sabe desde el principio lo que realmente la está dañando y no encuentra ni un poco de voluntad para alejarse de ello. 

Me llamó desde el principio la atención el caso de asesinato que se le asigna. Pero no es más que un rumor de fondo en la trama, mientras que asistimos al enfermizo ir y venir de la protagonista. Me ha recordado en demasiadas ocasiones esta protagonista a la de La chica del tren. Esta otra protagonista tampoco me resultó demasiado interesante y también incluía una historia de fondo que me atraía, pero la autora no me dejaba profundizar en ella. 

No ha sido hasta el último cuarto de la novela cuando me he sentido un poco enganchada. Y el camino hasta ese punto ha sido largo y tedioso en algunos momentos. He estado muy cerca de bloquearme con esta lectura. Pero finalmente logré llegar hasta el final y los últimos capítulos, así como el final, he de decir que me gustaron. Aunque el giro final se ve venir, es justo decir que el lazo que ata el final de la novela con el principio es realmente bueno.

Puedes leer aquí las primeras páginas gracias a la editorial.