jueves, 28 de enero de 2016

EL LECTOR DEL TREN DE LAS 6.27 (Jean-Paul Didierlaurent)


Critica El lector del tren de las 6.27


Siempre es agradable encontrarse con una historia así. De las que se hacen cortas, pero que en su brevedad radica una de las claves de su encanto. De esas que sabes que terminará pronto, cuando más encantada estés con la historia, cuando te hayan apasionado los personajes, cuando los hayas conocido y sepas que no los olvidarás. 

Porque El lector del tren de las 6.27 es de esas historias que te alcanzan de una forma especial, directa y sin preámbulos. 

Guibrando Viñol es el paradigma del hombre normal que esconde algo excepcional. Detesta su trabajo, manejando una máquina despiadada de destruir libros. Pero cada día rescata de entre sus fauces esas hojas sueltas que se han salvado y que permanecen ocultas en el monstruo. Se las lleva consigo para devolverles la vida, en un último homenaje, leyéndolas en voz alta a las personas con las que comparte vagón por la mañana a la hora de ir a trabajar. 

Y así transcurren sus días, dando vida a los libros y destruyéndolos, en un bucle infinito de cotidianidad y sinsabor.


Critica La Copela El lector del tren de las 6.27


Será el hallazgo fortuito de un pendrive en el tren lo que ofrecerá a Guibrando una razón para romper con la rutina e incluso ilusionarse con la idea de que en algún lugar, no muy lejano, se esconde una princesa que tiene como palacio unos aseos públicos. Y que él, debe encontrarla. 

Os invito a todos los que aún no conozcáis a este elenco de personajes con carisma a que los descubráis. No os dejarán indiferentes. Ni Guibrando, ni su amigo que hará lo imposible por encontrar sus piernas, ni la princesa oculta en el lugar más insospechado, ni el guardia de seguridad que habla en verso alejandrino.

Porque esta novela, aún breve, ensalza lo cotidiano y el mundo sorprendente que se esconde tras lo común. Y nos narra de una forma velada pero excepcional, la pasión por la palabra escrita. Tiene rasgos de cuento, con un malo, un bueno, una princesa y una misión. La historia avanzará frente a tus ojos sin que apenas te des cuenta. 

Esta ha sido la primera novela de Didierlaurent, que resultó dos veces ganador del Premio Hemingway de relato. Esperamos poder volver a encontrarnos con este autor muy pronto. 

Didierlaurent ya tiene reservado un hueco en La Copela.









miércoles, 27 de enero de 2016

SERIÓpata (Edu Ortega)


En La Copela no solo hay hueco para autores consagrados y grandes bestsellers. Apoyamos a todo aquel que, llevado por la pasión a las letras, escribe y se atreve a compartir el resultado. 

Edu Ortega, además, lo hace de una forma muy interesante. Nos impacta con un poco de thriller, algo de humor, un poco de novela negra y... voilà! El resultado es una trama que, aunque breve, resuelve con avidez. 

jueves, 14 de enero de 2016

LA CHICA DEL TREN (Paula Hawkins)


La-Chica-del-Tren-La-Copela


No serán muchos los que aún no hayan saciado la curiosidad sobre este libro. Pero me consta que quedan algunos a los que no ha terminado de convencer la publicidad de esta novela. Para ellos y para los que la han leído ya y solo buscan comparar opiniones... aquí llega la mía. 

Empezaré diciendo que llegó prometiendo una alta dosis de misterio, presentándose como un thriller y que aunque sí que hay una intriga, si nos atenemos a lo que puramente es un thriller, en mi caso carece de la fuerte tensión emocional. Pero vayamos por partes. 

¿De qué trata la novela? De una mujer, Rachel, que tras un divorcio pasa por un momento delicado en el que parece que todo le va realmente mal. La han despedido, es adicta al alcohol y además sigue obsesionada con su ex-marido, que ha rehecho su vida y ahora es padre. 

Coge el tren todos los días a la misma hora y recorre el mismo trayecto. Al observar el mundo a través de la ventana, imagina e idealiza las vidas de las personas que habitan las casas cercanas al las vías. En concreto, le atrae una de las casas, en la que siempre observa a una pareja. Les ha inventado nombres, trabajos, aficiones e incluso pormenores de su relación. Y cada día añade un capítulo más a su historia. 

Un día, Rachel verá algo en esa casa que no encaja con la imagen que ella tiene de la pareja. Algo que la dejará confusa. No será lo peor que suceda. Algo está a punto de ocurrir en la vida de aquellas personas que ella solo conocía a través de la historia que había ideado para ellos y que convertirá a Rachel en una pieza decisiva para el desenlace. 

Hasta aquí, podríamos decir sin miedo a equivocarnos que la autora ha puesto sobre la mesa un enigma que despertará nuestra curiosidad. Es como una ventana indiscreta pura, a través de la cual, desde la distancia siempre en modo contemplativo observa alguien a otro alguien y descubre así un suceso inexplicable que tratará de descifrar. No es un recurso nuevo, será la habilidad de la escritora la que determine hasta qué punto nos atrapa y consigue que nos interese aquello que nos presenta.

Tal vez es en el desarrollo y el método donde encuentre un fallo a este planteamiento. La intencionalidad de hacer partícipe al lector e implicarlo emocionalmente lleva a Paula Hawkins a realizar una narración por planos. Nos cuenta lo que vive Rachel en primera persona, pero también del mismo modo la perspectiva de otros personajes. Utiliza fechas alternas y saltos en el tiempo que en ocasiones hacen que nos perdamos en la cronología de los acontecimientos y nos obliga a volver páginas atrás a comprobar si lo que presenciamos sucedió antes o después.

Hay que saber utilizar muy bien este recurso y el escritor ha de ser hábil haciendo el encaje de sucesos para conseguir que el lector no pierda el interés. Hawkins lo consigue, pero muy justa de nota.

Sí que nos regala a los lectores un giro, más o menos esperado, dependiendo de la capacidad de deducción de cada uno. Tal vez demasiado pronto, eso sí. De haber esperado un poco más, habría conseguido un final impactante, manteniendo el misterio hasta casi la última página.

También encontramos algo de exploración interior en sus personajes. Esa vida que Rachel inventa para los personajes que observa, no es más que una proyección de sus propios deseos. La pérdida del amor y la depresión, acompañadas del sentimiento de fracaso y culpabilidad no dejan de estar patentes a lo largo de toda la narración. Los rincones más oscuros de las relaciones personales, así como el engaño (desde la mirada del que engaña y el propio engañado) y los secretos inconfesables de vidas pasadas, otorgan a esta historia una profundidad que tal vez sea la clave del éxito.


La-Chica-del-Tren- La Copela


Porque no podemos obviar el abrumador éxito de esta historia. En nuestro país, el primer mes de su publicación alcanzó las siete ediciones. Los derechos para que la veamos en la gran pantalla ya han sido adquiridos e incluso se ha publicado que Emily Blunt encarnará a Rachel este 2016.

Los lectores de todo el mundo se han visto atrapados por esta novela, de la que también se ha dicho que guarda una similitud (más que reseñable) con Perdida, de Gyllian Flynn. El mismísimo Stephen King la recomendó en un tweet y poco después, una oleada de estrellas mostraban su admiración por la novelista y la trama que había creado.

Paula Hawkins (26 de agosto de 1972) había publicado anteriormente novelas románticas bajo el seudónimo de Amy Silver. No sería hasta un tiempo después, cuando decidió cambiar la temática de sus narraciones que esta primera incursión en el género, La chica del tren, le ha dado la fama.

Ella misma ha avanzado ya las claves de su próxima novela. Será un thriller psicológico en el que dos hermanas no mantienen relación desde hace tiempo y explorando sus recuerdos de la infancia descubriremos cómo afectan a sus vidas de forma diferente. Además, también habrá un crimen que resolver.

Serán muchos los que esperen a comprobar si Paula Hawkins ha sido flor de un solo éxito o se consolida en el género.





jueves, 7 de enero de 2016

CIUDADES DE PAPEL (John Green)




No vamos a engañarnos. No se trata de una gran novela. Tampoco tiene una narrativa magistral. Pero Ciudades de papel engancha. Y es que, cuando has conocido a Margo Roth Spiegelman es inevitable querer saber qué ha sucedido con ella. 

La amistad entre Quentin y Margo se remonta a la infancia. Juntos comparten incluso un descubrimiento macabro que termina marcando sus vidas desde la sombra. Pero con el paso de los años, se han ido distanciando. Margo se ha convertido una chica popular (demasiado popular) y Quentin permanece en el anonimato de su pequeño grupo de amigos ya en el final del instituto a las puertas de empezar una nueva etapa en la universidad.


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Pero esos últimos días antes de la graduación guardaban para Quentin una sorpresa inesperada que da comienzo cuando Margo aparece una noche entrando por su ventana y le pide colaboración para llevar a cabo un plan, dejando su huella en cada uno de los destinos y las personas objeto de su venganza. Quentin no puede decirle que no.

Cuanto más avanza la noche, lejos de conocerla, Quentin descubre que Margo guarda más secretos de los que desvela. Pero todos le parecen fascinantes y no puede evitar esperar que aquella noche cambie el curso de la vida de ambos e incluso su relación. Tal vez a la mañana siguiente Margo sea más real, esté más cerca.

Nada más lejos de la realidad. A la mañana siguiente, Margo ha desaparecido. Pasan los días y nada se sabe de la chica, que ha dejado tras de si un rastro de pistas confusas que hacen pensar a Quentin que van destinadas a él y que ella quiere que la encuentre. 

Acompañado de sus dos fieles amigos Radar y Ben, Quentin emprenderá un viaje que le llevará más lejos de lo que espera y que desembocará en un final que tal vez suponga un comienzo. 


Los toques de humor y la ligereza de Ciudades de papel llevan al lector hasta el final casi sin que se percate. Más de una vez se descubre uno mismo pensando "¿Qué habrá sido de Margo?" en cualquier momento del día. Y no es hasta el final, cuando se desvela el misterio, cuando comienzan las reflexiones. Porque es cierto que la novela incluye mensaje. Quiénes somos, quiénes creen los demás que somos y hasta dónde se puede perseguir la verdadera esencia de uno mismo, se plantean en esta historia como ejes fundamentales en la sombra.

De la adaptación al cine de esta novela se han dicho muchas cosas. Opiniones dispares entre los que la ensalzan y los que la dibujan como un fracaso en cuanto a historia de amor adolescente. El film, protagonizado por Cara Delevingne y Nat Wolff, no es tampoco una gran película, al igual que no es un gran libro. Se trata de una trama entretenida en ambos casos, divertida por momentos y que no aburre. Eso sí, para quienes hemos leído el libro, resultan un tanto incomprensibles algunos cambios.

John Green (Indianápolis, 1977) posee una doble licenciatura en inglés y estudios religiosos. Su novela Bajo la misma estrella (2012) le lanzó a la fama pese haber publicado obras con anterioridad. En España fue el libro más vendido en 2014 y la adaptación al cine se posicionó como número uno en taquilla varias semanas.


La catapulta que supuso para Green este éxito, facilitó que Ciudades de Papel, escrita con anterioridad, despertara el interés de los lectores. Tanto como para que se convirtiera, además, en la segunda adaptación de una de sus historias al cine.


Su primera novela, Buscando Alaska también será llevada al cine tras haber recibido varios premios, como el Michael L. Printz a la mejor obra de literatura juvenil.


A Green le gusta tomarse su tiempo para crear y aunque no haya publicado en los últimos 3 años, él mismo ha manifestado que se toma con mucha responsabilidad lo que escribe y que no le importa el tiempo que eso conlleve. Y no se encuentra para nada inactivo. Junto a su hermano, forman parte de la comunidad de vloggers, con su propio canal, Vlogbrothers, en el que comparten vídeos de carácter educativo y social.


Además, es un activo usuario de Twitter y cuenta con casi 5 millones de seguidores en su cuenta @johngreen.


En La Copela, John Green tendrá su hueco cuando decida publicar de nuevo.