domingo, 12 de enero de 2014

LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS



Esta novela fue publicada por Torcuato Luca de Tena en 1979 y nos narra la historia de la detective Alice Gold, ingresada voluntariamente en una institución mental para resolver un misterioso crimen. 

Así es como arranca la trama para esta mujer fascinante, inteligente y encantadora, que desde el principio suscita la curiosidad de los empleados de la institución que no se explican el por qué ha sido ingresada una mujer aparentemente sana. 

Alice finge ingresar en el centro por un intento de envenenamiento a su marido, pero sostiene que motivo real es descubrir quién asesinó al padre de su cliente. Un médico de fama reconocida que recibió cartas amenazadoras, presuntamente enviadas desde este psiquiátrico. Convencida de que el asesino se encuentra entre estos muros, comienza su investigación analizando a cada uno de ellos y descubriendo, con horror y pena, las enfermedades que padecen las personas allí recluidas. 

Muy pronto se enfrentará Alice al director de este centro, que aunque ella sostiene que es conocedor de su misión, lo niega rotundamente y la trata como una paciente más. Descubrirá que no le será sencillo salir de allí, pues su marido desconoce dónde se encuentra y no hay nadie más que pueda verificar su historia. Buscará la complicidad del cuadro médico para demostrar que no está enferma y conseguir así su libertad tras resolver el misterio que la llevó allí. 

Pero, ¿es Alice Gold una paranoica que ha inventado toda esta historia dentro de su propia demencia? ¿Está realmente investigando o es sólo una ilusión de su mente enferma? Estas preguntas son las que impulsan al lector a seguir leyendo página tras página, verdad tras mentira. 

Las sorpresas están aseguradas en esta novela y el final compensa los largos capítulos en los que nos encontramos desconcertados e impacientes. Los capítulos, enumerados con cada una de las letras del alfabeto, nos llevan hasta la Z resolutoria y verdadera. La que nos dará la clave final y las respuestas a todas las preguntas. 

Destaco, como valor añadido de este libro, los diferentes monólogos de la protagonista sobre los temas más diversos y humanos. El discurso que hace sobre las diferentes expresiones del Arte es realmente fascinante y merece la pena leerlo.

Con el fin de documentarse, el autor pasó 18 días recluído en una institución mental. Como fruto de esta estancia, escribió la dedicatoria de la novela:

"Los renglones torcidos de Dios son, en verdad, muy torcidos. Unos hombres y unas mujeres ejemplares, tenaces y hasta heroicos, pretenden enderezarlos. A veces lo consiguen. La profunda admiración que me produjo su labor durante mi estancia voluntaria en un hospital psiquiátrico acreció la gratitud y el respeto que siempre experimenté por la clase médica. De aquí, que dedique estas páginas a los médicos, a los enfermeros y enfermeras, a los vigilantes, cuidadores y demás profesionales que emplean sus vidas en el noble y esforzado servicio de los más desventurados errores de la naturaleza". 

La novela fue llevada al cine en 1983 por el argentino Tulio Demicheli y rodada en diferentes lugares del estado mejicano de Morelos y con Lucía Méndez interpretando el papel de Alice Gold.. Son claras las influencias de películas como La naranja mecánica o La mujer pantera. Tampoco se nos escapa que la elección del nombre de la protagonista hace referencia a Alicia en el país de las maravillas, obra maestra de Lewis Carroll

Torcuato Luca de Tena (1923-1999) fue un madrileño miembro de una conocida familia de periodistas monárquicos. Nieto del fundador de la revista Blanco y Negro y ABC. Activo dramaturgo y literario, perteneció a la Real Academia Española (1946-1974). Cursó tres años de recho en Chile, donde su padre fue nombrado embajador y publicó allí su primer libro cuando apenas tenía 18 años (Albor). Entre sus obras más exitosas destacan; La edad prohibida (1958), Los hijos de la lluvia o La brújula loca
Obtuvo el Premio NAcional de Literatura en 1955, el Premio Paneta en 1961, el Premio Fastenrath en 1969 , el Premio Espejo de España en 1993 y el Premio de la Sociedad Cervantina de novela.