La historia de este ejemplar no necesita presentación. A finales del siglo XIX, Lewis Carroll publicaba por primera vez este cuento que se ha convertido en un clásico de la literatura que sigue fascinando a grandes y pequeños por el derroche de imaginación, ingenio y juegos de palabras. Su continuación, Alicia a través del espejo, es una vuelta de tuerca que, concebida como una partida de ajedrez, suma personajes y situaciones imposibles a la narración anterior.
Para quienes aún no se hayan animado a leer esta obra de Carroll, deben saber que Alicia hará un viaje fantástico al País de las Maravillas guiada involuntariamente por un conejo blanco. Una irascible Reina de Corazones gobierna y casi cualquier cosa es posible. Si el Sombrero, la Liebre de Marzo y el Lirón celebran una extraña merienda en la que el tiempo se detiene, avanza o retrocede a placer de los invitados, no debemos cuestionarlo. Más aún si el Sombrero discutió seriamente con Tiempo y ahora paga el precio viviendo en esa hora de la merienda infinita.
"Me pregunto si atravesaré toda la Tierra. ¡Qué divertido sería aparecer
entre la gente que anda con la cabeza para abajo!"
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas
Alicia tendrá que jugar al cróquet usando flamencos, observar cómo unos naipes jardineros pintan de rojo las rosas blancas que plantaron por error y hasta asistir a un juicio que carece de lógica y rigurosidad para encontrar al culpable del robo de unas tartaletas. Pero aún así, el viaje de Alicia no es solo una pequeña muestra de surrealismo y fantasía, sino que la obliga a cuestionarse a si misma y resolver problemas con rapidez para salir airosa de más de una situación comprometida.
La edición que Folioscopio ha hecho de este clásico y que está ilustrada por Minalima hará las delicias de cualquier amante de Alicia. Pero además otorga una oportunidad única de descubrir esta historia a quienes no lo hayan hecho aún a través de un ejemplar muy especial. Desde la encuadernación en tapa dura, con el lomo acanalado, ricamente ornamentada y en tonos pastel, hasta el tono crudo de las páginas de un gramaje superior al habitual para garantizar que todas las páginas mantienen el color sin traspasar a su reverso, los detalles están cuidados al milímetro.
Todas las páginas estás ilustradas a todo color. Algunas ilustraciones son a página completa, otras a doble página, las hay en un formato más reducido y en ocasiones la ilustración se reserva para la numeración de páginas dejando paso al texto, traducido excepcionalmente por Juan Gabriel López Guix.
"Cerca de la entrada del jardín crecía un gran rosal; las rosas que daba eran blancas, pero tres jardineros se afanaban por pintarlas de rojo".
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas
Pero si por algo destaca el estudio de MinaLima es por dotar a los ejemplares en los que trabajan de elementos interactivos que enriquecen aún más la lectura. Móviles, desplegables, una Alicia que crece y decrece a placer del lector y hasta un tablero de ajedrez para que nos situemos correctamente en Alicia a través del espejo, continuación de Alicia en el País de las Maravillas que también incluye este ejemplar.
Una joya literaria para disfrutar leyendo, tocando y descubriendo las sorpresas que guarda entre sus páginas. Imprescindible en todas las estanterías de los fans del clásico, es también un regalo inolvidable y una excepcional forma de acercarse al universo del autor.
El estudio MinaLima lo forman Miraphora Mina y Eduardo Lima, que en 2002 se unieron para crear el universo gráfico de Harry Potter. Asentados en Londres trabajan para franquicias como Mundo Mágico, encargada del grafismo de películas como Animales Fantásticos. Su arte se expone también en una galería de Osaka y litografías, libros de arte, ediciones de clásicos, papelería y accesorios completan su actividad.
Charles Lutwidge Dogson empleó el pseudónimo de Lewis Carroll para la publicación de algunas de sus obras. Escribió Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo entre 1865 y 1871 inspirado por las hermanas Liddell, cuando Alice Liddell contaba con ocho años de edad y este matemático, poeta y fotógrafo la entretenía a ella y a sus hermanas con cuentos y canciones. Además, es autor de textos relacionados con el sufragio y diversas obras matemáticas.
NECESITO esa edición. Me encanta Alicia en el país de las maravillas y el libro que muestras es una verdadera delicia. Me lo apunto para cuando me pregunten que quiero por mi cumple. Jajajaja.
ResponderEliminarBesos.