LA CORTE DE LAS TINIEBLAS | Víctor Dixen

En 1715 Luís XIV toma una decisión que cambiará el rumbo de la historia. Mediante las artes de unos doctores que bordean la línea entre la ciencia y la mística, tiene lugar su transmutación; se convierte en vampyro adquiriendo así la inmortalidad y convirtiéndose en el ser más poderoso y temido del mundo. Así es como el Rey Sol se transforma en el Inmutable, y portará siempre una máscara dorada del dios Apolo cubriendo un rostro del que se dice que quedó mutilado para siempre.

"Los viejos monarcas vivían y morían como seres humanos, mientras que el Rey de las Tinieblas

baña su cuerpo en la sangre de los franceses".

Víctor Dixen, La corte de las Tinieblas

A pesar de haber pasado tres siglos desde la transmutación del rey, el reino de la Magna Vampyria permanece congelado en el tiempo. Al igual que el aspecto de los vampiros se mantiene imperturbable al paso del tiempo, nobles y plebeyos no experimentan en su modo de vida mayor cambio que el de vivir bajo el dominio de la sed de sangre de su rey y la alta aristocracia. Los reinos vasallos los dirigen otros reyes y reinas que han sido también transmutados y de esta forma, una burbuja del tiempo está instalada desde entonces en toda la federación.

En esta ucronía, Victor Dixen plantea un mundo dominado por los vampiros y una sociedad dividida en estratos sociales que relega a los mortales a un cuarto estado por debajo de todos los demás. Deben guardar obediencia, mantenerse confinados en su población obligados a recluirse por la noche y entregar un décimo de su sangre cada mes si no quieren sufrir una sanción que pocas veces les deja con vida. No hay piedad para aquellos que no cumplan el Código Mortal.

Y entonces Jeanne, una joven plebeya que vive con sus padres y hermanos, recibe la visita de un inquisidor. Más tarde comprenderá el por qué de aquella intrusión en la casa de un humilde boticario y su familia, pero en ese momento, la joven está a punto de vivir la más grande y atroz de las tragedias, que la dejará sola en aquel mundo de tinieblas y la convertirá en una impostora, pues para salvar la vida, Jeanne deberá usurpar la identidad de otra persona.

"Abrazada a él me siento totalmente viva por última vez, antes de emprender

la expedición suicida en la que moriré".

Víctor Dixen, La Corte de las Tinieblas

Todos estos acontecimientos dan lugar al desarrollo de esta oscura novela que dará verdadero comienzo cuando Jeanne llegue a La Escuela de la Gran Caballeriza convertida en pupila del Rey. Allí se imparten con disciplina y reverencia al soberano el arte cortés, el de la conversación, el ecuestre, el marcial y el vampýrico. Artes en las que la protagonista deberá emplearse a fondo si de verdad quiere optar al Sorbo del Rey, ritual por el cual el monarca elige a quienes conformarán su  más estrecho círculo convertidos en parte su Guardia Mortal. Y es que Jeanne pretende así acercarse al Rey de las Tinieblas para saciar una sed de venganza que la araña por dentro y la cegará en más de una ocasión.

Los muros de la Escuela guardan para Jeanne aliados, misterios, conspiraciones, macabras sorpresas y traiciones que sufrirá y protagonizará. La novela de Dixen nos envuelve como una densa niebla y nos transporta a un Versalles bañado en oro y sangre plagado de referencias históricas y culturales al auténtico pero teñido de una pátina perturbadora muy particular que atrapa al lector desde el principio. Vampyria promete ser una saga larga (doce tomos estructurados en tres trilogías) con un universo propio rico y original que saca brillo a las clásicas historias de vampiros y les devuelve un lustre más que convincente.

Victor Dixen ha sido galardonado en dos ocasiones con el Grand Prix de l'Imaginaire y es considerado uno de los máximos exponentes de la ficción especulativa en Francia. Ha vivido en París, Dublín, Singapur y Nueva York.