miércoles, 6 de septiembre de 2023

UNA ARDIENTE BRUMA | Antología de poemas de Emily Dickinson

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Una ardiente bruma recoge 88 poemas de Emily Dickinson cuidadosamente traducidos por Jose Antonio Lorenzo Oliván. Este experto en la obra de la autora, que además es profesor y poeta, los ha agrupado en seis temáticas o itinerarios principales; La vida en los detalles, Su propia compañía elige el alma, Este corazón tantas veces roto, El rastro de la luz, Y miramos más lejos y Las puertas del enigma. Además, firma una interesante introducción que nos desvela por qué Emily Dickinson sigue siendo una de las autoras que más horquilla de edad abarca, siendo capaz de entusiasmar a públicos de todas las edades y la relación que este hecho guarda con su capacidad para extraer, con sutileza, lo más profundo de lo más cotidiano.

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CORAZÓN, ya verás, le olvidaremos.
Esta noche. Tú y yo.
Tú puedes olvidar su calidez,
yo olvidaré su luz.

Cuando hayas acabado, dímelo
y empezaré al instante.
Date prisa, que mientras te retrasas
vuelvo a acordarme de él.

Natalia Ranera, Premio de Ilustración Edelvives 2021, ha sido la encargada de ilustrar este libro. La imagen de la propia autora es la principal protagonista de las numerosas y muy ricas ilustraciones que salpican esta edición. Un primer vistazo al ejemplar ya nos descubre una portada desde donde Emily Dickinson no mira directamente al lector, sino a través de él. Nos evoca esa mirada a través de lo cotidiano del que Dickinson era capaz de destilar sentimientos, reflexiones y sensaciones profundas y universales. Además, esta ilustración de Natalia Ranera nos llevará a recordar directamente la fotografía de la autora que se conserva en la sección Archives and Special Collections de Amherst College y que le fue tomada con solo dieciséis años en el seminario de Mount Holyoke. Esta asociación directa que hará cualquier lector que haya visto anteriormente alguna de las pocas fotografías de la autora con la obra de Natalia Ranera, nos convence de la delicada dedicación que hay tras el trabajo de ilustración, que nos permite recorrer los 88 poemas junto a su autora, a quien la ilustradora ha logrado dar vida en estas páginas. Desde la cubierta hasta las ilustraciones a doble página, pasando por las guardas y los detalles que encontramos en prácticamente cada página, la edición es una joya a todo color plagada de simbolismo.

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Lectores de prácticamente todas las edades pueden aproximarse a la obra de Emily Dickinson. Los más jóvenes (a partir de catorce años recomienda la editorial su lectura), se encontrarán ante una pluma que se hace preguntas, que desconfía de más de una cosa, que se pregunta por lo que realmente desea, que se lamenta porque le han roto el corazón o que duda respecto a lo que está por venir y desconoce. El tratamiento y la presencia de estas cuestiones en su obra hace que el lector adolescente se sienta identificado en muchas ocasiones y la convierte en una autora muy accesible desde edades tempranas.

El lector más maduro irá más allá en su lectura y puede que tienda más a la introspección a la que muchas veces invita. En otras ocasiones se encontrará haciéndose las mismas preguntas que Emily Dickinson se hacía hace dos siglos y confirmará así lo atemporal que es su obra. Desde el sonido del arrollo o el origen del viento, hasta un diálogo interno con el propio corazón en lo que es casi un pacto para olvidar a quien se marchó, sin dejar de reflexionar sobre la muerte o de pararse y prestar atención a la luz. Entre los 88 poemas que conforman este ejemplar encontraremos un recorrido apasionante por la poesía de la autora a través de esta inteligente y cuidada selección.

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Un temor huidizo, una pompa, una lágrima,
un despertarse en la mañana y ver
que aquello que nos hizo despertar
respira en otra aurora.

La edición es bilingüe. Incluye la versión original de los poemas y esto nos abre la puerta a explorar su auténtica forma y sutileza poética. Es imprescindible decir en este punto que la traducción de Jose Antonio Lorenzo Oliván es impecable y ha hecho un exquisito trabajo de traducción que tiene en cuenta la esencia, el mensaje, la forma y el sentido.

Emily Dickinson es una de las poetisas estadounidenses más reconocidas a pesar de que solo tres de sus poemas vieron la luz en vida de la autora. Estudió en la Academia de Amherst y aún demostrando una clara predilección por las letras, no pasa desapercibido su interés por la botánica y las ciencias naturales, que se ven reflejada en la observación que les dedica en muchos de sus poemas y que la llevó a confeccionar un herbario con más de 400 ejemplares de flores recogidos y prensados por ella misma. Los últimos años de su vida los pasó recluida en su habitación, tras unos años previos de aislamiento en la misma residencia familiar. Sus cartas del periodo ofrecen una ventana a la que asomarse para conocerla mejor y aunque se negó en vida a que se publicaran sus poemas, tras su muerte su hermana encontró más de 800 poemas sin fechar que han ido viendo la luz en distintas publicaciones póstumas.


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3 comentarios:

  1. Tu reseña es preciosa y muy cuidada, y donde queda patente la admiración que te ha suscitado la mirada aguda y delicada a la vez de la autora. Felicidades

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    1. ¡Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado la reseña.

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  2. Increíble reseña, muchas gracias

    Aun no me decido si comprar ardiente bruma ( Edelvives) o la versión del Zorro Rojo "Carta al mundo y otros poemas" las 2 están preciosas .

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