Para esta novela Wunnicke escoge al neurólogo japonés Shimamura Shunichi como protagonista de una biografía que sabemos que es ficticia pero a la vez desconocemos cuánto de real hay tras esa ficción, lo que la convierte en un apasionante viaje junto a uno de los más afamados doctores formados en la Escuela de Medicina de la Universidad Imperial de Tokio.
"Olvido ante todo dos cosas, Luise: lo que me asusta y lo que me aburre.
En resumidas cuentas, casi todo".
Christine Wunnicke, La mujer zorro y el doctor Shimamura
Shimamura vive con cuatro mujeres; su mujer, su madre, su suegra y una cuidadora de quien nadie recuerda bien su procedencia y que no estamos seguros si es enfermera o fue paciente del doctor en algún momento. Las mujeres de la casa conocen todos los secretos del doctor. Manipulan a su antojo las pistas que él mismo se va dejando para tratar de recordar un pasado muy borroso y, mientras la madre escribe una biografía del hijo que no terminará jamás, la cuidadora y la mujer se afanan en atender a un hombre aquejado de decenas de males que no terminan por tener un diagnóstico concreto.
El desarrollo de la narración, apoyado en los recuerdos más que confusos del doctor le confieren un halo de misterio añadido basado en que el lector nunca termina de fiarse del todo de los recuerdos de Shimamura, pero a la vez son lo único con lo que cuenta para conocer los hechos. Llega así el lector a la conclusión de que algo espantoso le ocurrió cuando estudiaba la curiosa plaga de mujeres zorro en la región de Shimane. La inexplicable desaparición de su aprendiz y el encuentro con la joven hija del pescadero aquejada del mal del que se considera en un principio escéptico, marcarán el curso de su vida cambiándole para siempre.
"Desde entonces, subsiste la sensación de que mi interior no me pertenece solo a mí".
Christine Wunnicke, La mujer zorro y el doctor Shimamura
Los viajes del doctor por Europa, sus estancias en París, Berlín y Viena y sus encuentros con personalidades más que destacadas en el ámbito de la neurología y el estudio de psique como Charcot y Breuer, nos trasladan a episodios completamente demenciales en los que los malentendidos, los diálogos sagaces, la ironía e incluso el disparate más inteligentemente narrado se convierten en la ruta a seguir de mano de este peculiar protagonista.
La mujer zorro y el doctor Shimamura es una historia hábilmente narrada por una autora capaz de conferir un tono humorístico y perspicaz a los episodios más extravagantes. Nos aproxima al abismo que separan la cultura nipona de la occidental a través de lo alejados que se encuentran los métodos de análisis y tratamiento de las enfermedades mentales a finales del siglo XIX y comienzos del XX a la vez que nos presenta un relato accidentado de las experiencias de Shimamura en Europa y sus choques más o menos literales con sus colegas occidentales. Se reserva, además, algún que otro vertiginoso giro para el final, cerrando de forma excelente una historia a la que volveremos una y otra vez.
Christine Wunnicke es una escritora alemana autora de biografías, novelas y teatro.
La mujer zorro y el doctor Shimamura fue galardonada con el Premio Franz Hessel en 2017. Además, sus obras
Serenidad y
La dama de la mano pintada obtuvieron el Premio Tukan y el Premio de la Literatura Wilhelm Raabe respectivamente. Sus obras completas fueron reconocidas en 2020 con el Premio de Literatura de Munich.
Tienes la habilidad de hacer que luzca apetitosa una de las peores novelas que he leído en el año. Pero bueno, no eres la primera, también la editorial logró vendérmela.
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