Tenía muchas ganas de hablaros de esta historia. La empecé con cautela, no sabía qué me iba a encontrar y no había leído antes a la autora a pesar del éxito que tuvo La joven de la perla. De modo que para mí, Tracy Chevalier era toda una aventura y Las mujeres de Winchester, que Duomo me presentaba en una edición realmente deliciosa, era toda una incógnita.
Violet es una mujer que, a los treinta y nueve años, continúa soltera y reside junto a su madre en la casa familiar. Su hermano Tom se marchó a vivir con su esposa y ha formado una familia, mientras que a ella solo le queda el recuerdo de todo lo que le ha arrebatado La Gran Guerra. Primero se llevó a su hermano George, lo que supuso un gran golpe a la familia y del que su madre no parece haberse recuperado. Un carácter amargo y una actitud de velado desprecio hacia su hija hacen cada día más difícil la convivencia.
Pero además, La Gran Guerra se llevó al prometido de Violet. Y con él, la posibilidad de crear su propio hogar y sentirse integrada en la comunidad femenina, que observa con desdén a las mujeres que no han alcanzado la meta de convertirse en esposas y madres. Así es como la protagonista se ve abocada a resignarse a un destino reservado para esas mujeres que vivirán solas hasta el momento en que no puedan hacer nada más que convertirse en una carga para otros familiares.
"Era lo más cerca que Violet estaría nunca de presumir de un hijo propio, y la situación la hizo sentirse bien, aunque también le pareció patética."
Tracy Chevalier, Las mujeres de Winchester
Violet decide que es el momento de dar un paso al frente y establecerse por su cuenta fuera de la residencia familiar. Sueña con una libertad y una independencia que no lo logrará si no se aleja, aunque sea un poco, de su hogar e intenta valerse por sí misma. Esta decisión marca el comienzo de la verdadera historia de Violet. Coloca a la protagonista de esta novela en el principio de una tímida pero valiente aventura que quedará inaugurada cuando se mude a Winchester (una ciudad al sur de Inglaterra no muy lejos de la residencia de su madre), pero sobre todo, cuando de forma inesperada pase a formar parte de la comunidad de bordadoras de la catedral.
La autora nos descubre a una Violet que, pese a las ataduras morales y ajustadas al contexto histórico, es fuerte, valiente y realmente moderna. Violet tiene muchos miedos lógicos enmarcados en el pensamiento del periodo de entreguerras, pero eso no le impide tomar muchas decisiones en pro de la amistad y el amor que nos sorprenderán por su arrojo y nos encantarán por su justicia.
Pero además, Violet es una mujer con sentimientos atemporales. No necesitamos vivir el mismo periodo histórico que ella para sentirnos como ella se siente. Y es por eso que no nos cuesta empatizar con un personaje que la autora dibuja con tanta delicadeza y precisión. No nos cuesta imaginarnos tomando la decisión de si apoyar a nuestras amistades (como nos dicta el corazón y el sentido de justicia) a pesar del miedo al rechazo social que ello pueda acarrear. Tampoco nos es difícil evocar el temor que puede producir sentirnos solos, desplazados u olvidados cuando todos aquellos que nos acompañaban en nuestro camino hayan encontrado el suyo propio y nosotros no tengamos aún el nuestro.
"Pero a las mujeres nos han preparado para eso: para darnos a los demás, para hacerles la vida fácil, sin importar lo que nosotras sintamos. Ser siempre tan generosa puede convertirse en una tarea agotadora e ingrata."
Tracy Chevalier, Las mujeres de Winchester
Encontrará un refugio a su propia soledad y una vía de escape a sus pensamientos en la tarea del bordado. La adhesión a la comunidad de bordadoras llegará a nuestra protagonista casi de forma sorpresiva e inesperada y será entonces cuando Violet descubra sentimientos nuevos como el orgullo por el fruto de su esfuerzo y la necesidad de trascendencia.
No os quiero desgranar todas las vivencias de Violet, porque os va a encantar descubrirlas a vosotros. Las mujeres de Winchester me ha tenido muy enganchada y no puedo hacer más que recomendarla. Me ha encantado acompañar a Violet en todas las decisiones que va tomando a lo largo de la trama y preocuparme, sorprenderme e incluso sonreír sin darme cuenta.
La narración es activa y no se estanca. Los capítulos tienen la extensión adecuada para que avancemos sin dificultad y con apremio a través de una historia marcada por el paso firme de una protagonista que se sumará a esa lista que todos tenemos de personajes que nos han dejado huella por una u otra razón.
"Había tantas personas que escondían historias: un marido que se había ido, un bebé sorpresa al que se hacía pasar por hermano o hermana, una pasión equivocada, una mujer perdida. (...) Cómo navegar por la vida cargando con ese equipaje sin que te vuelvas una persona triste, amargada o sentenciosa, ese era el reto."
Tracy Chevalier, Las mujeres de Winchester
Además, os vais a encontrar un final redondo. La evolución del personaje pide a gritos un final que le haga justicia y Tracy Chevalier lo teje de forma inteligente para satisfacer nuestro deseo sin resultar obvio ni previsible. Había muchas posibilidades para Violet. A medida que avanzamos en su historia nos damos cuenta de que, aunque en un principio su vida parece un callejón sin salida, sus posibilidades son infinitas y podía haber elegido una o varias de ellas. Y la que finalmente elige es, para mí, la más acertada.
Tracy Chevalier alcanzó el éxito internacional con su novela La joven de la perla, traducida a 38 idiomas y adaptada al cine protagonizada por Scarlet Johansson y Colin Firth.
Además de Las mujeres de Winchester, en el catálogo de Duomo podréis encontrar La voz de los árboles y Las huellas de la vida.
Lee aquí las primeras páginas de esta novela.
Gracias a Duomo por regalarme una historia y unos personajes con los que he disfrutado tanto.