EL LIBRO DE LOS BALTIMORE (Joël Dicker)

Marcus Goldman es un escritor de éxito que trabaja en su próxima novela. Buscando inspiración adquiere una propiedad en una localidad de Florida, no muy lejos de dónde se despidió del último rescoldo de los Baltimore.

"Soy el escritor. Así es como me llama todo el mundo. Mis amigos, mis padres, mi familia e incluso aquellos a quienes no conozco pero que sí me reconocen a mí en un lugar público y me dicen: «¿No será usted el escritor...?». Soy el escritor. Es mi identidad". 

Joël Dicker, El libro de los Baltimore

Pero la historia no parte de ahí, sino de mucho más atrás. La historia nace casi al mismo tiempo que él, al mismo tiempo que sus primos, al mismo tiempo que sus caminos se entrelazan y comienzan a ser todo aquello que siempre desearon. A ser inseparables.

Los padres de sus primos, los tíos de Marcus, residen en Baltimore. De ahí el sobrenombre de Los Goldman de Baltimore. Los Baltimore. Absolutamente perfectos, exitosos, adorables y relucientes hasta el punto de deslumbrar a su paso. El Marcus niño espera con ilusión cada uno de los momentos en los que realiza el viaje desde su casa a la de sus familiares ya sea a pasar el fin de semana, las vacaciones de verano o cualquier festivo que, para su regocijo, le permita escapar unos días de casa.

Marcus adora a sus padres, pero la superioridad de Los Baltimore lo tiene hechizado.

Algo sucede en esta historia narrada entre saltos en el tiempo, muy bien delimitados para que no nos perdamos, que reduce a cenizas toda esa magnificencia. Algo entre los 90 y 2012 termina para siempre con Los Baltimore.

Su primo Woody va a ingresar en prisión. Pasará allí los próximos cinco años y Marcus ha pasado junto a él su último día de libertad. Estuvieron todos juntos de nuevo en esa despedida recordando todo el tiempo pasado, que siempre fue mejor. Pero horas más tarde, Marcus recibirá la llamada de su tío Saúl, instándole a volver cuanto antes. Algo horrible había sucedido.

No será el acontecimiento más grave el responsable del origen del Drama. Pero sí es cierto que supone un punto de inflexión, como un agujero negro que termina por arrastrar todo lo demás.

Para conocer el origen del Drama, será necesario que Marcus se remonte muchos años atrás, que revise las fotografías, los recuerdos, momentos abarrotados de risas que más tarde fueron devorados por el más grande y frío de los silencios.

"Sin ninguna duda, las raíces del Drama se remontan al último verano que pasé con Hillel y Woody en los Hamptons. La infancia maravillosa de la Banda de los Goldman no podía durar eternamente: teníamos diecisiete años y el siguiente curso sería el último que íbamos a pasar en el instituto. Luego iríamos a la universidad"

Joël Dicker, El libro de los Baltimore

A este misterio se agarra Dicker con fuerza para llevarnos a través de la narración de las vidas de todos aquellos que conforman esa familia. Es la voz del propio Marcus la que nos desvelará cada uno de los acontecimientos, las alegrías, los tropiezos y la superación de todos ellos. Siempre, con la sombra del Drama acechando hasta el final, cuando por fin sea desvelada la razón del declive. La caída. El fin.

El libro de los Baltimore es la historia de una familia. Como en todas las familias, encontramos competencias, luchas por el liderazgo, alguna que otra envidia y el murmullo de los conflictos internos que aunque están lejos de acabar con la unión del núcleo familiar, siempre exigen algo de mano izquierda, mucho de paciencia y algún que otro paso atrás. 

Qué lugar ocupa cada uno de los personajes en la historia es casi inseparable de qué lugar ocupa cada uno de ellos en el organigrama familiar. Quién posee el don de la influencia, quién pasa desapercibido, a quién se le confían los secretos, quién es el protector, quién encarna la inteligencia, la bondad o simplemente conforma ese pegamento que los mantiene unidos. Nada de eso nos resulta desconocido al extrapolarlo a cualquier familia, la nuestra o la de los demás. Tal vez ese sea el motivo por el que cuanto más nos cuenta Marcus sobre los Goldman, más se afianza en nosotros la idea de que son personas a las que realmente conocemos. 

Los secretos y las apariencias tienen un papel protagonista en esta historia. Todo aquello que parece que somos y que está tan lejos de lo que somos en realidad. Lo que queremos ver en los demás y lo que ocultamos de forma inconsciente a nuestros propios ojos con tal de que el retrato se asemeje en mayor grado posible a la idealización que hemos creado. Porque a veces, no es tanto lo que otros nos esconden, sino aquello que nos negamos a ver, lo que determina la imagen que consolidamos de los demás. 

La amistad y sus múltiples combinaciones. La amistad que nace de la nada, cuando ante nosotros aparece un ser excepcional que nos fascina y sin que nos una nada más que la confianza y la lealtad, se convierte en nuestra familia. Y la amistad que nace desde el vínculo de la familia, cuando se supera la barrera del parentesco para dejar que nazca la auténtica y sincera amistad sin límites. A fin de cuentas; la amistad más allá de la sangre y al margen de ésta. 

Joël Dicker vuelve a enarbolar la bandera de lo trascendental para conquistarnos de nuevo. Al igual que ya lo hizo en La verdad sobre el caso Harry Quebert, temas como la lealtad, la amistad y tropezarnos con aquello que realmente importa cuando todo parece perdido, son armas potentes con las que alcanzar al lector.

Marcus Goldman. Dicker ha recuperado al escritor que ya nos contaba otra historia agarrada al misterio en la novela anterior. Con un dominio del suspense que nos mantiene a todos pegados al libro desde el principio hasta el final, este escritor creado por otro escritor, da sentido a la literatura que parece nacer de lo más sencillo, como si hubiera sido tejida de una sentada, en un único trazo. Esa literatura que parece tan sencilla, es la que esconde mayor complicación. Pero Dicker la controla a la perfección.

Si en La verdad sobre el caso Harry Quebert nos desvelábamos por querer saber quién era realmente Nola Kellergan, en El libro de los Baltimore no dormiremos hasta conocer a qué hace referencia El Drama y cuánto se ha llevado con él.

"Déjate del Drama. No existe ningún Drama sino varios dramas. el drama de tu tía, el de tus primos. El drama de la vida. Dramas ha habido siempre y los seguirá habiendo, y aún así, la vida sigue. Los dramas son inevitables. En el fondo, tampoco tienen mucha importancia. Lo que cuenta es cómo conseguimos superarlos."

Joël Dicker, El libro de los Baltimore

No me cansaré de recomendar las novelas de este autor. Esta vez también consigue que el misterio te atrape y no te suelte hasta que termines la novela. Y no sentirás haber perdido ni un solo minuto de tiempo en su lectura. No sobra nada. No falta nada. Dicker vuelve a entrelazar una historia perfecta con un final cerrado que no decepciona.

Cuesta creer que a Joël Dicker (@JoelDicker) , este suizo nacido en Ginebra en 1985, le rechazaran cuatro novelas antes de lograr que publicaran Los últimos días de nuestros padres. Con la primera novela publicada en español, La verdad sobre el caso Harry Quebert, ha vendido más de cuatro millones de ejemplares. Tres años después, El libro de los Baltimore va camino de superar todas las previsiones.

Para los más curiosos, aquí encontraréis una interesante entrevista al autor realizada por Luis Alemany para EL MUNDO.

Alfaguara edita en español esta novela en 488 páginas a un precio de 21'90€ en formato papel y 12'99€ en su formato electrónico. Además, nos presenta el avance, para los que aún no se hayan decidido, que podéis leer aquí.