Como no hay dos sin tres, busqué en la siguiente obra de Safier concluir si realmente podía decir que me gustan sus obras o por el contrario lo había intentado sin demasiado éxito. Y el resultado ha sido: inconcluyente.
Es una nueva representación de las mismas ideas que ya nos ha mostrado antes. Mujeres insatisfechas, familias en conflicto y deseos no realizados. Todo esto, claro, mezclado, revuelto y servido con mucha extravagancia, disparates a montones y salpicaduras de humor.
La familia Van Kieren no pasa por su mejor momento. La madre, Emma, es dueña de una librería infantil que va peor que mal. El padre está inmerso en una montaña de trabajo que no termina nunca y que le aleja de la familia irremediablemente. La descendencia la forman una adolescente inconformista y rebelde y un niño sin demasiada vida social.
Y, ¿dónde está el giro "inesperado" y "sorprendente" al que nos tiene acostumbrados Safier? Pues en que la familia es maldita por una bruja que les convierte en los personajes de los que van disfrazados. De este modo, la familia estará conformada por una vampira librera, un Frankestein abogado, una momia adolescente y un niño-hombre lobo. Y nacen las nuevas disputas y los planteamientos sobre si esta nueva vida es mejor que la anterior, sobre si deben separarse, mantenerse unidos, perdonarse, luchar por recuperar sus antiguas vidas o empezar unas nuevas.
Si desean recuperar sus cuerpos deberán viajar juntos en la búsqueda de la bruja y así romper el hechizo. Es en este viaje donde se desvelarán las claves de la vida familiar y la importancia de dar valor a lo que se posee, por encima de lo que se desea poseer.
Si deseáis conocer si esta familia regresa a sus insulsas vidas o se quedan con sus nuevas identidades, deberéis leer la novela. Aunque seguro que ya os lo imagináis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario