Más que conocida es ya la trilogía escrita por Suzanne Collins y publicada de 2008 a 2010.
El primero de los libros alcanzó fama mundial alimentada con el estreno en 2012 de la película homónima protagonizada por Jennifer Lawrence (Katniss Everdeen), Liam Hemsworth (Gale Hawthorne), Josh Hutcherson (Peeta Mellark) y Woody Harrelson (Haymitch Abernathy). Fue tras el visionado de esta película cuando se despertó mi interés por la trilogía y leí el primero de los libros. No me sorprendió demasiado que, como suele pasar, el libro fuera infinitamente mejor que el film.
Nos encontramos un futuro lejano, en lo que antaño fue Norteamérica y ahora es un país llamado Panem. Un escenario futurista, donde el planeta ha sufrido los estragos de los desastres naturales, las guerras y una destrucción que ha llevado a la población a una situación de extrema necesidad y sumisión al Capitolio; la clase alta que controla al resto, afincados en Distritos (12 en total, cada uno destinado a una tarea concreta para cubrir las necesidades del Capitolio). Como castigo y recordatorio de un alzamiento de la población sucedido décadas atrás, el Capitolio obliga a dos adolescentes de entre 12 y 18 años de cada distrito (un niño y una niña que serán nombrados "tributos") a formar parte de los llamados Juegos del Hambre, donde deben luchar entre sí en una batalla a muerte que deje un solo ganador a su fin. En este marco se inicia la historia. En la llamada Cosecha, donde se eligen a los tributos del distrito 12, donde reside Katniss, de 16 años, con su familia. Aquí es donde se sucederá el primero de los acontecimientos inesperados que llevará a esta adolescente de 17 años a participar en los Juegos.
"¿Así sería la primera vez, hace unos setenta y cinco años? ¿Un grupo de gente se reunió entorno a una mesa y votó para aprobar el inicio de Los Juegos del Hambre? ¿Hubo alguna oposición? ¿Habló alguien de piedad y acabaron ahogándolo los gritos que pedían la muerte de los niños de los distritos?"
Suzanne Collins, Los juegos del hambre
Y no todo terminará con la primera entrega, En Llamas y Sinsajo son la segunda y tercera parte de esta historia que habla de un pueblo oprimido, de un opresor y de las ansias de libertad. Del deseo de una vida mejor, de aquellos que luchan y aquellos que se resisten. De los que viven sólo aprovechándose de aquellos que trabajan para ellos, sacando beneficio del miedo.
"-Todos –responde Plutarch-. Vamos a fundar una república en la que la gente de todos los distritos y el Capitolio puedan elegir a sus propios representantes y enviarlos a un gobierno centralizado. ¡No pongan esa cara! Ha funcionado antes.
-En los libros… –masculla Haymitch."
Suzanne Collins, Los juegos del hambre
De lectura recomendable y adictiva, no decepciona ninguna de las entregas, que no se tratan de añadidos a la primera, sino de la continuación de una historia dividida en tres libros.
Los más cinéfilos encontrarán cierto parecido con la película Battle Royale, la adaptación de la novela del mismo nombre escrita por el japonés Koushun Takami y que se convirtió en bestseller en 1999. Ya entonces se reconoció una cierta reminiscencia a la novela de William Golding, El señor de las moscas, llevada al cine en dos ocasiones, la primera bajo la dirección de Peter Brook en 1963 y la segunda en 1990 por Harry Hook.
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