En el condado de Garner existe la creencia de que en las mujeres anida una magia maligna capaz de manipular a los hombres y hacerlas capaces de dañar a otras mujeres matándolas de celos. Para librar a las jóvenes de esa magia y convertirlas en aptas para la vida marital, las adolescentes son enviadas a una suerte de campamento en el que vivirán durante todo un año, con la única compañía de sus propias compañeras y con el temor de salir de los límites marcados y ser así presa de los llamados furtivos; hombres que se esconden en el bosque y que son capaces de cualquier cosa con tal de conseguir hacerlas pedazos y comerciar con ellos.
La ceremonia que tiene lugar antes que las chicas partan al año de gracia, dura dos días. En ella, además de ser presentadas como las mujeres que marcharán, los hombres eligen de entre ellas a quien será su mujer al regresar. Además, ellas parten el mismo día que las anteriores regresan y pueden ver con horror en el estado en que lo hacen; mutiladas, con la mirada perdida, despojadas de humanidad. Pero lo más atroz es que las que regresan no son todas las que marcharon. Y es que hay quienes no regresan jamás.
La llegada de Tierney al campamento le muestra una verdad que hasta entonces se le ha mantenido oculta. Las mujeres tienen prohibido hablar de lo que ocurre en el año de gracia, por lo que todas llegan allí sin saber qué esperar de aquel lugar y de la propia experiencia. Solo saben que en las inmediaciones, si se atreven a cruzar los límites del campamento, encontrarán una muerte atroz a manos de los furtivos. Leyendas, superstición, mitos e historias de fantasmas las acompañan desde la niñez y es allí donde parecen materializarse.
No os puedo contar nada sobre lo que encuentra allí Tierney, ni cómo se desarrollan los acontecimientos una vez están allí solas. Todo lo que ocurre a partir de su llegada os va a tener enganchados a las páginas. El relato es absolutamente sobrecogedor y llega a estremecer al lector en algunos momentos. Os van a llamar la atención varios elementos, querréis descubrir la verdad sobre lo que allí está ocurriendo y lo que ocurrirá al final, quiénes sobrevivirán y quienes no volverán nunca a casa. Conoceréis a las chicas que acompañan a Tierney, vais a tener favoritas y hasta temeréis a alguna de ellas.
La cruda narración de la autora no hace más que sumergir al lector en la experiencia turbia y asfixiante que viven las jóvenes protagonistas. El año de gracia es, sin duda, uno de los mejores libros que he leído este año y una de las mejores distopías que he leído nunca. El final es impresionante y no dejará a nadie indiferente. Incluye una sorpresa que os encantará. Elaboradas metáforas y mensajes en segundo plano completan una historia que habla de mujeres silenciadas, sometidas, de los peligros de la superstición, de la manipulación para que ninguna de ellas se salgan del camino establecido, de los castigos para reforzar la autoridad de los hombres al mando.
La protagonista, Tierney, es uno de esos personajes que os conquistarán desde el principio. Su fuerza, su inocencia y su valor se mantienen en primer plano a lo largo de la novela. Si aún no habéis leído esta historia; no esperéis más. Todas y cada una de las páginas merecen la pena.
Kim Liggett llegó a Nueva York a la edad de 16 años e inició su formación para una carrera musical. Sería años más tarde, después de haber trabajado como organizadora de viajes para músicos y creadora de contenidos educativos para niños, a la edad de 40 años inicia su actividad como escritora. Tras la publicación de varios títulos, en 2017 gana el premio Bram Stoker y cuando en 2019 sale a la venta El año de gracia, su éxito es abrumador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario