La mayor crisis del planeta, provocada por la escasez de recursos lleva a los gobernantes de Estados Unidos a tomar la decisión de limitar el derecho de reproducción únicamente a un selecto grupo de habitantes; los procreadores. Estos ciudadanos suelen pertenecer a los estratos más altos de la sociedad y gozan de privilegios que se les niegan al resto. Los productores son quienes se dedican a trabajar y se les premia con beneficios laborales y ofertas de entretenimiento si cumplen la nueva norma sin rebelarse.
Por supuesto que hay quienes no están de acuerdo y numerosas manifestaciones tienen lugar con frecuencia en las ciudades. Siempre han de estar aprobadas por el nuevo Gobierno, denominado La Organización, pero más allá de nuevos beneficios para los productores por seguir cumpliendo con la ley, no consiguen gran cosa. También hay quienes desafían la norma y deciden tener sus hijos al margen del sistema, pero suelen ser encontrados, separados de sus familias, encarcelados... o incluso algo peor.
Alice es procreadora y, junto a su hijo Samuel y su marido Eric, goza de los privilegios de su estatus. Una mañana sufre un accidente de tráfico en el que resulta gravemente herida al golpearse la cabeza y como consecuencia tiene lagunas en su memoria y lo más desconcertante; recuerdos nuevos. Alice no cree ser realmente quien le dicen que es, sino que sus recuerdos le indican que es otra persona distinta, con una vida muy diferente y siente que la están engañando. No confía en quien dice ser su marido y lo más angustioso de todo es que le está costando demasiado que le dejen salir del hospital. Alice se siente una prisionera y empieza a impacientarse a la vez que teme por su vida y la de su hijo, que en su ausencia está viviendo con la familia de Eric.
Te invito a que descubras si Alice consigue finalmente salir del hospital y qué es lo que le espera fuera. Si realmente no es quien parece ser o las secuelas del accidente le están jugando una mala pasada. Os adelanto que os vais a llevar más de una sorpresa y que los personajes del libro, empezando por su marido Eric y pasando por la familia de este y los antisistema, os harán sospechar. La autora se reserva la resolución del enigma para el final, lo que os tendrá enganchadísimos a esta distopía con ritmo de thriller.
En esta historia se despliegan diversos temas para la reflexión. El control de la natalidad por parte de las clases dirigentes con el fin de garantizar que los recursos que escasean lleguen a ser suficientes, es una cuestión con múltiples aristas. Desde el interrogante de si algo así puede hacerse, suprimiendo el derecho universal de reproducción, hasta el debate de si la sociedad es capaz de renunciar a su esencia solo por unos cuantos beneficios asociados al ocio.
Nadia Climent López es una escritora nacida en Barcelona que autopublicó su primera novela, Hoy he soñado una carta, en 2010. La segunda parte, Misdirection, vio la luz un año después. Nido es su primera ficción distópica. Podéis seguir a la autora y saber más sobre esta historia en Instagram.
Me has hecho recordar que ya China tuvo prohibida la reproducción de más de de un hijo por familia; ahora ya lo han elevado a tres, pero nadie puede saltarse esa norma. La verdad es que por estos lares la norma, de existir, debiera de ser la inversa porque por el camino que vamos nos extinguiremos dado que los jóvenes apenas si tienen hijos. Eso, en mi opinión, es una desgracia y dice poco de las parejas que ponen por delante de unos hijos tener un buen coche, una casa confortable, internet a gran velocidad, televisión 4K, vacaciones estupendas y si hace el caso de vez en cuando acudir a esos conciertos carísimos de unos grupos estupendísimos en unos países lejanísimos. (Ja, ja,...)
ResponderEliminarParece curiosa esta distopía, aunque para nada sorprendente.
Saludos
¡Hola, Juan Carlos!
EliminarCiertamente, en la novela se menciona el caso de China como uno de los primeros países que se atrevieron a limitar el derecho a la reproducción.
La novela, ambientada en 2090, nos coloca en un planeta exhausto y con muy pocos recursos, lo que da pie a los gobernantes a plantear esta controvertida ley y hacerla cumplir.
El tema da para debate. Personalmente, no sé qué se encontrarán las generaciones venideras, pero sí que es cierto que las previsiones de la ONU estiman que en 2050 habremos aumentado, llegando a los 11.000 millones de personas, muy por encima de los 7.000 millones actuales. Esto se debe a que aunque la natalidad se ha ralentizado en algunos países, en otros se ha mantenido o incluso aumentado. Aún así, los más optimistas no auguran que ese aumento ponga en peligro el abastecimiento.
Me ha dado en qué pensar esta lectura.
Y eso siempre es bueno.
Gracias por tu comentario.
¡Nos leemos!