Irina tiene solo trece años cuando un desconocido se acerca a ella una noche y le hace un regalo que la marcará para siempre, aunque ella en ese momento no sea capaz de imaginar cuán grande es el secreto que esconde. Este episodio en la vida de la protagonista también determinará el curso de la trama de la novela, pues en la misma noche se suceden una serie de acontecimientos que sellan el destino de los personajes.
"Y de esa forma tan acre e impensada, tan irreal y tan repentina, Irina supo que existe un silencio distinto a todos los demás: el silencio que queda cuando el corazón de alguien a quien amas deja de latir."
Bárbara Gil, Nenúfares que brillan en aguas tristes
La familia de Irina, con su padre Ernesto Ferreira a la cabeza, posee un poderoso imperio en la industria textil. Las relaciones familiares se entretejen en esta novela formando un tapiz de parentescos, avenencias y desavenencias en las que Irina y su medio hermano Sagor se remueven inquietos con deseos de ir mucho más allá del destino que su padre haya podido planear para ellos. Juntos trazarán un plan para viajar con la familia a Bangladés y descubrir qué se esconde detrás de aquel amuleto que Irina ha conservado a lo largo de los años y que ahora parece ser la clave para desvelar el verdadero origen de Sagor.
Irina llega a Daca con la intención de ver con sus propios ojos lo que cree que su padre no le cuenta. Quiere conocer la realidad de un mundo que parece tan lejano a ella como si de otra galaxia se tratara, pero que a la vez está ligado a ella por los negocios familiares. Quiere desechar la idea de que su padre sea partícipe de la precariedad laboral y la explotación de las trabajadoras del textil de la que tanto ha oído hablar. Una parte de ella no quiere creer que su padre sea como la prensa cuenta que es. No quiere creer que sea un despiadado empresario capaz de cualquier cosa solo por ver crecer su imperio. Los enfrentamientos con Ernesto por este motivo han sido numerosos y ella encuentra así una forma de desafiarle, de ser parte del cambio.
"Era cierto, aquellos lirios brillaban en aguas tristes.
Bangladés era la patria anegada de los nenúfares."
Bárbara Gil, Nenúfares que brillan en aguas tristes
La realidad la golpea nada más llegar. La pobreza que observa en las calles, contrasta fuertemente con la actitud abierta y alegre de las gentes con las que se encuentra, pero ella aún no sabe que la más grande de las lecciones que aprenderá en esta tierra le sobrevendrá de la forma más inesperada y cambiará su vida para siempre. Debe encontrar la forma de escabullirse de su familia para emprender la búsqueda de respuestas junto a Sagor y encontrará en Faisal al guía que necesita. Además, parece saber algo respecto a las personas que está buscando y sobre el amuleto que ella conserva. Despejar esos interrogantes llevará a Irina y a su hermanastro a dejarse guiar por Faisal hasta la región de Sylhet, en la espesura del parque natural de Lawachara.
"No hay esperanza, se la comieron los milagros tristes."
Bárbara Gil, Nenúfares que brillan en aguas tristes
La atracción que Irina siente por Faisal la acompaña durante todo el viaje. El irresistible atractivo de lo prohibido conjuga a la perfección con la innumerable lista de similitudes entre ellos. La protagonista de esta historia va a experimentar un recorrido interno mucho más extenuante que los kilómetros de camino que atravesará hasta encontrar una verdad que nunca esperó hallar.
Nenúfares que brillan en aguas tristes es, sobre todo,
una aventura en una tierra mágica, enigmática, abrumadora y poderosa. Bárbara Gil ha logrado con su novela
el perfecto viaje que cualquier escritor desearía que hicieran sus lectores. Consigue que percibas el aroma de las especias, el tacto de las telas, el murmullo de las calles y el estruendo del Joyantika Express. Pero además, no da la espalda a la
precariedad, la
pobreza, la
desigualdad y la
injusticia.
El final de esta novela es de esos que se quedan para siempre con el lector y le hacen volver una vez y otra vez más a esas últimas líneas, donde todo colapsa y a la vez todo cobra sentido.
Se percibe en cada página la maestría de la pluma de Bárbara, profesora de Escuela de Escritores y directora de EscribE en Mallorca. Esta bilbaína, que trabajó en El Mundo, en Vocento y editoriales como Oxford University Press, cursó estudios de Filología Hispánica y de Historia. Además, tiene un máster en Narrativa por Escuela de Escritores de Madrid.
Bárbara Gil viajó en 2016 a Bangladés, donde pudo ver la cara más cruda del consumismo occidental en lugares vetados a los occidentales como el cementerio de barcos de Chittagong. Pero no ha olvidado incluir en su novela también la belleza de las colinas de té o la impresionante playa Cox's Bazar, conocida por ser la más larga del mundo.
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