No sabía qué iba a encontrarme cuando me aventuré a leer esta historia. Siempre da un poco de miedo conocer a una nueva escritora, asomarse a su universo y conocer a todos los personajes que va a presentarte. También me daba un poco reparo el fajín. Aquello de "libro-abrazo del verano". Me preocupaba porque existe la creencia extendida de que los libros anodinos, con personajes planos de usar y tirar e historias que se olvidan al leer la última página, pueden encajar en esa categoría de "libros de verano". Esos que se lleva la gente a la playa y que no les importa que les interrumpan en su lectura, a los que muchos no ponen ni marcapáginas porque... ¿qué más da?
¡Qué miedos más infundados! Llegué hasta el borde de esta piscina del barrio de Brixton y vi a mi alrededor un montón de personas entrañables. No pude evitarlo y me lancé de cabeza.
Rosemary ha vivido toda su vida en este barrio de Londres. A sus 86 años, vive sola en su pequeño piso desde que su marido, George, murió. Apenas a unos pasos de su casa está la piscina municipal. Rosemary nada todos los días, bien temprano. La sensación del agua fría en su cuerpo, ya un poco aquejado por la edad, la mantiene fuerte, despierta; viva.
No recuerda un momento importante en su vida en el que la piscina no esté presente. Ahí estaba la piscina cuando ella y George se enamoraron, cuando celebraban los mejores momentos de sus vidas e incluso les reconfortó en los peores. La vida de Rosemary no se podría contar si excluyéramos la piscina de Brixton de ella.
"La bolsa de natación de Rosemary siempre está preparada. Se encuentra en una silla al lado de la puerta, junto al impermeable y el paraguas. Dentro hay un bañador; tiene tres iguales, azul marino, de Marks and Spencer's. Cuando ve la etiqueta de la talla que usa, nunca deja de sorprenderse. Siempre fue una mujer delgada. Se siente como una mujer joven y delgada vestida con ropa de señora mayor y gorda."
Libby Page, Soñar bajo el agua
Kate trabaja para el periódico local. Desde su llegada a Londres, las cosas no han salido como esperaba. Comparte piso con unos compañeros a los que apenas ve y con los que no mantiene ninguna relación. Se siente asfixiada en muchas ocasiones por el rumbo imparable de un mundo en el que parece que no encaja y unas expectativas que no termina de cumplir. Decepcionada con ella misma, espera que un giro a su favor le regale esa bocanada de oxígeno que siempre parece faltarle.
"Cuando se mudó a Londres, Kate dio por sentado que conocería a mucha gente. Pero lleva en la ciudad más de dos años y sigue sin pasar nada. Lo único que tiene son los compañeros de piso, que dejan que se acumule la ropa sucia en la cocina como si fuera el juego de la torre y piensan que el moho negro es el elemento decorativo perfecto para un cuarto de baño".
Libby Page, Soñar bajo el agua
Rosemary ya ha podido ver cómo día tras día se suceden pequeñas desapariciones y cambios en el barrio. Un comercio que estaba y ya no está, un lugar que cambia por otro... Pero cuando el Ayuntamiento decide que la piscina Brockwell debe ser cerrada y vendida a una promotora inmobiliaria que la convertirá en gimnasio privado, Rosemary siente que quieren arrebatarle algo más que una piscina. No solo son sus recuerdos y los de George. La piscina es uno de los últimos reductos de la vida en comunidad del barrio.
Phil, el director de Kate, le pide un trabajo muy diferente a los que suele encargarle. Puede ser su gran oportunidad. Quiere que escriba sobre el asunto de la piscina. Normalmente sus artículos para el Brixton Chronicle son sobre mascotas perdidas y obras viarias. Pero esto es totalmente diferente. Una historia de marcado carácter humano, con una poderosa promotora enfrentada a una comunidad de vecinos. Si realiza un buen reportaje, puede que en el futuro cambien los encargos que recibe por parte de Phil. Ese folleto artesanal escrito a mano que le entrega su director y en el que se puede leer "Salvad nuestra piscina" junto a una significativa imagen en la portada, la llevará a conocer a Rosemary... y al protagonista de la fotografía.
"Kate percibe el sabor del cloro y rememora el miedo a exponerse semidesnuda delante de sus compañeros de clase. Sin más explicaciones, Phil le lanza por encima de la montaña de libros que separa sus mesas un folleto doblado por la mitad."
Libby Page, Soñar bajo el agua
Phil, el director de Kate, le pide un trabajo muy diferente a los que suele encargarle. Puede ser su gran oportunidad. Quiere que escriba sobre el asunto de la piscina. Normalmente sus artículos para el Brixton Chronicle son sobre mascotas perdidas y obras viarias. Pero esto es totalmente diferente. Una historia de marcado carácter humano, con una poderosa promotora enfrentada a una comunidad de vecinos. Si realiza un buen reportaje, puede que en el futuro cambien los encargos que recibe por parte de Phil. Ese folleto artesanal escrito a mano que le entrega su director y en el que se puede leer "Salvad nuestra piscina" junto a una significativa imagen en la portada, la llevará a conocer a Rosemary... y al protagonista de la fotografía.
No os voy a descubrir cómo llega Kate a involucrarse en esta lucha por salvar la piscina. Pero no os desvelo nada si os cuento que su implicación en la causa sobrepasará lo profesional.
Imposible resistirse a la candidez y la historia de Rosemary. Una historia que da saltos en el tiempo en la narración para hablarnos de historias vividas junto a George. ¡Qué gran historia de amor la de esta pareja!
"Era una pareja, como las comillas que entrecierran una frase. Encajaban el uno con el otro y mutuamente se ayudaban a sentirse menos temerosos y menos solos. A George le daba miedo ser un don nadie: con ella era alguien. A Rosemary le daba miedo que la abandoran: él le daba la mano y siempre la llevaba con él."
Libby Page, Soñar bajo el agua
Libby Page nos presenta a muchos habitantes de este barrio. Sus historias se entrelazan con la de Rosemary y acaban por formar parte de la de Kate. Todos ellos se volverán importantes en el desarrollo de la trama y en la cruzada por salvar la piscina. Frank, Germaine, Hope, Betty, Ellis, Jay, el joven Ahmed, Geoff... ¡Os van a encantar todos! Pero es que además, hay muchos personajes sin nombre, asiduos de la piscina cuyas apariciones en segundo plano cobran mucho valor.
No os voy a engañar. Es una historia de esas que hacen que te emociones en más de una ocasión. Libby Page ha conformado un personaje tan lleno de vida y realismo, que no podemos hacer más que sentirnos conmovidos por Rosemary.
No solo es la historia de una piscina y su cierre por falta de fondos en una sociedad cegada por los resultados en números y ajena a las personas. Es una historia sobre la soledad. Cómo dos mujeres de generaciones distantes y vidas totalmente diferentes se sienten igualmente solas. Una historia sobre cómo se conocen y cómo, siendo tan diferentes, encuentran tantas cosas en común. Soñar bajo el agua se convierte así también una historia sobre la amistad, la superación y la lucha en grupo. El poder de la comunidad.
Pero además nos habla sobre la pérdida. La pérdida del amor de toda una vida, encarnado en George y sobre la vida después de esa pérdida. La añoranza de tiempos pasados, siempre mejores y la búsqueda de motivos para vivir el día a día lejos de ese pretérito perfecto.
Kate nos mostrará también la importancia de los lazos familiares. Una relación enfriada con el tiempo con su hermana, a la que echa de menos más de lo que cree.
En definitiva; es una historia que debéis leer si no lo habéis hecho aún. Sus personajes no se olvidan. Su historia es, además de refrescante, actual, llena de vitalidad y fácil de leer. De capítulos cortos y frenético pasar de páginas, hará que no queráis salir de esta piscina por muy arrugados que tengáis los dedos.
No sorprende que una de las grandes pasiones de Libby Page sea nadar al aire libre. Esta periodista de moda, que se licenció en el London college of Fashion, trabajó en el Guardian antes de dedicarse al marketing. Vive en Londres y esta es su primera novela, de la que ha vendido los derechos de traducción a veinticuatro países y a la productora Catalyst Global Media para su adaptación al cine.
Es muy activa en su cuenta de Instagram, donde podéis seguirla y conocerla mejor.
Hola!
ResponderEliminarLo leí hace poco y me encantó.
Besitos :)
¡Hola, Estefanía!
Eliminar¡Cómo me alegra que también te haya gustado!
Muchas gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario.
Nos leemos.
;)
Holaa
ResponderEliminarMuy buenas fotos y muy buena reseña :D
Lo leeré jeje
Un besito
¡Muchas gracias, Sandry!
EliminarApúntalo, que es muy recomedable. ;)
Un abrazo!
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía el título pero me lo llevo apuntado. Tiene pinta de ser de esas historias que marcan por lo emotivas que son y con personajes a los que querer.
Un beso
¡Sí, Sandra!
EliminarSe les coge mucho cariño a estos personajes. En especial a Rosemary. Te invito a que si lo lees, te pases y me cuentes qué tal.
Un beso y ¡muchas gracias por tu comentario!
¡Hola! no he leído este libro, pero la historia no me llama demasiado tampoco.
ResponderEliminarBesos ♥ me quedo por aquí :)
¡Gracias por tu visita, Laura!
EliminarA ver si las próximas te llaman más.
Un saludo.
!Hola! El argumento promete mucho y me tienta, porque creo que presagia buenos ratos de lectura veraniega. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Gracias por el comentario!
EliminarEs muy fresquita.
Te la haré llegar.
Vale. Me lo voy a apuntar aunque me da una sensación de "pastelito" que no se yo...
ResponderEliminarNo hay pastelito. Es una muy buena historia. ;)
EliminarHi, Mina!
ResponderEliminarThanks for visiting!
Hi dear,
ResponderEliminarFollowing you! Follow back? :)
Have a good day
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